“Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa”.
“Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa”.
Almorzaba José Martí con su amigo Juan Gualberto Gómez, infatigable conspirador por la independencia, cuando fue detenido en su propio domicilio.
Francisco Gómez Toro (Panchito), capitán del Ejército Libertador en las luchas por la independencia de Cuba, es un ejemplo de amor a la patria y de fidelidad a los jefes.
Además del 30 de julio, Día de los Mártires de la Revolución, otros hechos importantes que ocurrieron en este mes, en 1961.
Los jóvenes que en la mañana de la Santa Ana atacaron en acción simultánea los dos cuarteles de la tiranía, iniciaron con su gesto la lucha armada que seis años después posibilitaría el triunfo y, por ende la realidad de sueños y esperanzas allí gestados.
La Habana, Cuba. – Para fundadores de la Escuela Secundaria Básica en el Campo Máximo Gómez Báez, de Güira de Melena, es un privilegio haber formado parte de la pléyade que cumplió el sueño de Fidel y el legado de Martí. Muy jóvenes simultanearon trabajo y estudio para cumplir el compromiso refrendado en el Segundo […]
Dice la historia que, al regreso del exilio, en los albores del siglo XX, Bonifacio Byrne divisó desde el barco a la bandera cubana acompañada por otra, y su indignación se fermentó en un poema inmortal.
En sus palabras el líder del movimiento revolucionario destacó el problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud, los seis puntos a cuya solución se habían encaminado resueltamente sus esfuerzos.
Era común que la pintora cubana Amelia Peláez, tomando como pretexto objetos, elementos arquitectónicos o figuras de plantas y animales, desplegara en su obra todo un mundo de ornamento.
Las primeras noticias de ese poblado datan de fecha tan lejana como 1536, cuando se conocía como Jumento o San Sebastián del Asno.