La Habana, Cuba. – Aunque a veces la cotidianeidad es fuente directa de su vasta y reconocida obra pictórica, muchas veces las ideas para los cuadros le llegan en sueños a Flora Fong.

La afamada pintora acomete ahora la serie Nasobuqueña Tropical, que confiesa no le llegó desde los sueños, sino de la cruda realidad que vive Cuba y el mundo con la aparición del nuevo coronavirus.

Diez pinturas conforman hasta el momento la serie, aunque la artista está segura de que aún no ha concluido, porque, dice a Radio Reloj, es un homenaje a las mujeres, sobre todo cubanas, que enfrentan a la Covid-19.

Sentí la conmoción de ver con mis propios ojos lo que estaba sucediendo en las calles, el drama humano tan fuerte donde la mujer es muy protagónica y comencé a hacer los cuadros, rememora desde su taller en su casa en el barrio habanero de Miramar.

Homenaje a Víctor Manuel

La más reciente serie de cuadros de Flora Fong, que comenzó el año pasado con la obra En tiempos de pandemia, tiene como hilo conductor el rostro de anónimas mujeres con nasobucos.

Los artistas tenemos una misión muy importante. Sobre todo nos tocó un problema que es universal y no podemos sentir ese drama humano y no hacer nada, comenta la pintora acerca la serie en ejecución.

Desde ese primer cuadro, la colección fue creciendo e incluso se transmutó, porque la mascarilla que cubre los rostros femeninos se transformó en un abanico, detalle con el que la pintora rinde homenaje a Víctor Manuel, uno de los fundadores del modernismo pictórico cubano.

Al mismo tiempo, el hecho de que la serie se titule Nasuboqueña tropical es una alusión a Gitana tropical, la pieza más relevante de ese pintor, considerado como una especie de Mona Lisa del Caribe.

Legado artístico

Flora Fong quiere que la serie Nasobuqueña Tropical sea un legado artístico y un testimonio de una época difícil en la que la vida humana está riesgo.

No obstante, no tiene idea de cuándo la terminará, aunque está convencida de que tendrá que hacer algo con hombres y sobre todo con el personal de salud, del que, dice, es el que está salvando vidas en hospitales y laboratorios con el nasobuco como origen para una nueva estética artística.

Fiel a sus raíces, la pintora tiene listos dos cuadros de gran formato con motivos chinos que formarán parte de la futura exposición La Ruta de la Seda, en la que junto a su hija y también pintora Liang Domínguez realizará una pasarela con ropas de seda diseñadas entre ambas.

Con su colorida paleta, Flora Fong no huye de la pandemia, sino que como artista hija de su tiempo la enfrenta con sus pinceles.

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