La Habana, Cuba. – El 10 de septiembre de 1959, a los 76 años, murió en La Habana de un coma diabético la leyenda del esgrima cubano, Ramón Fonst Segundo.

El zurdo o El nunca segundo fue el primer latinoamericano en conquistar medalla olímpica, hazaña realizada en los juegos de París, en 1900; en las tres citas que participó ganó cuatro oros y una plata, la última, a causa de un tobillo traicionero.

En la Exposición Mundial de San Francisco venció a más de cien finalistas en sable, florete y espada y lo llamaron «fuera de clase»; la Federación Nacional de Esgrima lo integró al equipo Cuba sin cumplir eliminatorias.

Con 38 años de pasión deportiva, Ramón Fonst logró el último gran resultado en los Cuartos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Panamá, con medallas de oro y plata en los equipos de espada y florete.

Ciento cincuenta premios

De los 16 a los 55 años, Ramón Fonst ganó 150 premios de esgrima y unos 30 en tiro de pistola y revólver, boxeo francés y ciclismo.

Técnicamente sobresalía por el dinamismo en los ataques y contrataques, el alcance extraordinario de manos y movimientos de piernas y los asombrosos reflejos.

En el encuentro habanero que tuvo con el arrogante MacGuire, líder de los esgrimistas estadounidenses, le venció y el monto recaudado por las entradas lo entregó a la Asociación Huérfanos de la Patria.

Deportista mito, fue Caballero de la Legión de Honor Francesa, Gran Cruz de la Orden de Carlos Manuel de Céspedes, Orden del Mérito Militar y Orden del Mérito Deportivo; en su homenaje se instituyó la Orden del Mérito a la Esgrima Ramón Fonst, se creó una sala polivalente y se celebran los torneos internacionales que llevan su nombre.