La Habana, Cuba. – Viejo, ciego, casi sordo y proscrito por la Inquisición a vivir aislado en su casa de Arcetri, cerca de Florencia, el eminente hombre del Renacimiento italiano y eje de la revolución científica, Galileo Galilei, falleció el 8 de enero de 1642 a causa de una fiebre.

Considerado el padre de la astronomía y la física modernas y de la ciencia, el astrónomo, ingeniero, filósofo, matemático y físico, incursionó, además, en la música, la literatura y la pintura.

Entre sus principales aportes están el termómetro para medir variaciones de la temperatura por escalas, la brújula para calcular los tipos de cambio monetario o la carga de un cañón y el primer telescopio astronómico con el que observó cuerpos celestes.

Galileo Galilei sustentó que la tierra giraba alrededor del sol y fue censurado y perseguido por la Iglesia y la Santa Inquisición.

El gran Galileo

Entre los pioneros de la ciencia experimental se halla Galileo Galilei, quien defendió la experiencia como base de todo conocimiento científico.

Este hombre colosal abrió caminos hacia el principio de la inercia, comprobó que la Luna es opaca, que el Sol posee manchas y vislumbró 4 satélites de Júpiter; también descubrió las leyes de la caída de los cuerpos y la invención de la balanza hidrostática y del termómetro.

Enclaustrado en Arcetri desde 1633, recibió visitas que salvaron parte de la obra escrita y posibilitaron que los textos cruzaran las fronteras; son los libros que después aparecieron en traducción latina en Estrasburgo y París.

Galileo Galilei, nacido en Pisa el 15 de febrero de 1564, tenía un carácter casi colérico, recibido de la madre; y gustaba de tocar el laúd y el órgano, herencia del padre.