El Estado cubano enfrenta y mitiga los efectos del cambio climático y para ello, con la alerta temprana de los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo, implementa la Tarea Vida.

Además de las áreas priorizadas en ese plan de Estado, se incorporó a la capital otras como la cuenca Almendares-Vento, suministradora del 36 por ciento del agua que se consume.

También se agregó una parte del litoral oeste, desde La Puntilla hasta la Marina Hemingway, por ser área sensible a las penetraciones del mar.

Entre las acciones en los 12 kilómetros de playas arenosas que posee La Habana, y como parte de la Tarea Vida, hoy se ejecutan estudios en el tramo de El Mégano, y muy pronto comenzará en un área específica de Guanabo.

Con la raíz de las primeras investigaciones

La implementación de la Tarea Vida, plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, ha sido posible gracias a las investigaciones realizadas en el país durante muchos años.

Desde hace más de una década comenzaron los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo, los cuales han permitido, entre otras aristas, valorar el nivel medio del mar para los años 2050 y 2100, resultado de un macro proyecto y fortalecido con el potencial científico cubano.

Como parte de la Tarea Vida, avanzan otros estudios relacionados con la salud animal, vegetal y humana.

Esas investigaciones, disponibles en los Centros de Gestión de Riesgos, son una herramienta vital para los gobiernos, en aras de lograr una mejor ubicación de instalaciones, el ordenamiento territorial y proyectos relacionados con la agricultura, la salud y el medio ambiente.