La Habana, Cuba. – Amigo lector, de este actor no se ha hablado mucho pero seguros estamos que muchos lo van a identificar muy rápido por su personaje de “Tabaquito” en la serie “Lucha Contra Bandidos”, que ofreciera la Televisión Cubana hace poco.

En efecto, se trata del joven actor y humorista Leandro Cáceres Salas, de 34 años de edad, originario de la indómita Santiago de Cuba.

Fue en su terruño y por azar que Cáceres se involucró en la actuación; por puro embullo de su aula cuando se hicieron las captaciones a los alumnos de décimo grado para la Escuela de Arte José Joaquín Tejadas de esa provincia. A pesar del intento colectivo, Cáceres fue el único en superar todas las pruebas de aptitudes hasta llegar al Taller Nacional con aspirantes de otras provincias orientales.

Sin embargo, tras ser aprobado, decidió terminar el décimo grado en el pre con excelentes resultados académicos.

En la capital de todos los cubanos

Cursaba el segundo año de la carrera, cuando la madre de Leandro parte hacia Bolivia como Jefa de una misión médica, por lo que el joven estudiante de actuación queda al cuidado de un tío en La Habana. Fue así que ingresa en la Escuela Nacional de Arte, ENA, para continuar estudios de Artes Escénicas.

En cuarto año ya Leandro frecuentaba el Instituto Superior de Arte, ISA, y recuerda como su primera incursión en el audiovisual la tesis de un amigo, estudiante de FAMCA, quien tituló su proyecto El ciclo reproductor de las moscas, del que no supo nada más tras filmarlo. Es por ello que Cáceres aparece por primera vez en la pantalla chica, en el programa sobre magia de Canal Habana, Dicho y Hecho, y luego en la gustada serie juvenil Mucho Ruido, de la realizadora Mariela López Galano.

Para Leandro Cáceres su formación básicamente actoral le ha permitido incursionar en los géneros dramático y humorístico, y en tal sentido nos cuenta:

“Pasé por varios grupos de teatro que me nutrieron mucho como actor. Primero estuve en Pálpito, con Ariel Bouza, Maikel Chávez, Corina, la difunta Xiomara Palacios; fue un grupo donde aprendí muchísimo. Luego incursioné en Argos Teatro, con Carlos Celdrán, y posteriormente comencé a alternar lo dramático con lo humorístico al integrar el grupo La Oveja Negra, en el año 2012, momento en que también me incorporo al centro Promotor del Humor”.

A Leandro Cáceres se le ha visto como “Tabaquito” en la serie Lucha Contra Bandidos; como “Eric” en Mucho Ruido; doblando el personaje de cura con el profe Doimeadios en la obra Oficio de Isla; o como “Panzón” en la película Red Avispa. Y es que Cáceres es capaz de desdoblarse para encarnar lo que sea. Y aunque no prefiere un género por encima del otro, hoy se le identifica más como integrante del grupo humorístico La Oveja Negra, con lo que se siente más a gusto.

“Lo humorístico siempre lo he cultivado desde que era estudiante. Me gustaba escribir pequeños textos para representar en las peñas de los jueves en la escuela; incluso hacíamos parodias de obras teatrales a las que asistía o sobre la vida de nosotros como becados, que en las escuelas de arte tiene sus particularidades”, dice.

Como humorista, Leandro ha incursionado en solitario y colaborado con agrupaciones de otras provincias, en un género que, según él, “requiere de una preparación especial para poder hacer reír con aquello con lo que normalmente la gente no ríe”.

En estos momentos, y tras concluir una película japonesa, Cáceres se encuentra desarrollando su proyecto Habana Humor Club, un monólogo de comedia donde pretende vincular a satíricos foráneos, sobre todo de Latinoamérica y España.

Esperemos que su unipersonal “No me sigue ni Dios”, pueda establecer un puente de colaboración en las Artes Escénicas con el humorismo que se está haciendo en esos parajes. Mientras, la Oveja Negra prepara un nuevo espectáculo que esperan estrenar en diciembre.