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La Habana, Cuba. – En apenas cuatro meses de gobierno, el presidente argentino Javier Milei ha ratificado un enyuntamiento casi carnal con Estados Unidos.

El ultraderechista mandatario ha dejado a un lado el multilateralismo en las relaciones exteriores para cerrar filas junto a Washington. Primero adoptó y mantiene una relación tibia hacia el Grupo BRICS y más tarde solicitó formar parte nada menos que de la OTAN como socio global.

Ahora, para ponerle la tapa al pomo, acaba de sumarse a la estrategia yanqui contra Cuba. Por eso, apareció de manera inesperada la negativa de las empresas proveedoras de combustible en la Argentina de abastecer a las naves de Cubana de Aviación.

De repente olvidaron que los vuelos estaban aprobados y se justificaron con las sanciones impuestas por Estados Unidos a quienes tienen relaciones comerciales con Cuba.

Junto a Washington

El presidente argentino nunca miró con simpatía hacia Cuba. La torva mirada de Milei coincide con el lente que usa Estados Unidos a la hora de calificar a nuestro gobierno.

Por eso, desde la Casa Rosada habían llegado feas señales desde los primeros días de asunción de la administración ultraderechista, que había decidido no designar embajador en La Habana.

También, tras el cambio presidencial, Aerolíneas Argentinas suspendió sus vuelos a Cuba. Todas esas decisiones ponen la atención sobre un gobierno que aplica el llamado Plan Motosierra con drásticos recortes a los programas sociales promovidos por el estado, pero que ahora salta al ámbito internacional.

Con las trabas impuestas a Cubana de Aviación, el gobierno argentino da otro paso hacia Washington y vergonzosamente Milei suma la motosierra al bloqueo.