Todo en el universo tiene ritmo. Todo baila. Maya Angelou.
El pasado fin de semana la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, sirvió de sede a la compañía folclórica camagüeyana Camagua, dirigida por Fernando Medrano Vireya. El espectáculo fue dedicado al 35 aniversario del Instituto Cubano de la Música y del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y al 65 de ese teatro.
La primera presentación fue El Perú negro, con estampas basadas en los cantos y bailes de la cultura afroperuana, entre estas El jolgorio, Danza de las lavanderas, Los diablos y Festejo, con coreografía de Alex Álvarez Aliaga.
A continuación, subió a escena Congos trinitarios, coreografía de Fernando Medrano, una obra que recrea la cultura de los congos reales en la ciudad de Trinidad. Es el resultado de una investigación realizada por la compañía con los descendientes de congos e integrantes del cabildo de San Antonio, fundadores del Conjunto Folclórico de Trinidad.
Posteriormente se interpretó Clave, guateque y son, una pieza de Fernando Medrano, en la cual se destaca una festividad que colorea sentimientos y alegrías, muestra del hermoso mosaico cultural de la nación. La Fiesta de los Bandos de Majagua es una muestra de que la danza y la música se despliegan como un abanico de ritmos y pasos en los bailes tradicionales, así como en los nuevos rescates.
Para el cierre se escogió Homenaje, coreografía de Fernando Medrano. Es un homenaje al grupo Caidje y a una cultura con fuerte presencia en Cuba, sobre todo en la zona oriental. Se abordan elementos culturales de la segunda inmigración haitiana, llegada a Cuba en el primer cuarto del siglo XX.
Es de destacar el rigor con el que trabaja la compañía y su alto nivel de profesionalismo. Se aprecia un estudio profundo de los diferentes afluentes que conforman el río de la cultura cubana. Se recrean las tradiciones sin caer en folclorismo, y se recorren las diferentes modalidades de la cultura nacional. Mención aparte requiere el grupo musical y sus cantantes, los cuales son más que un acompañamiento del espectáculo, tienen vida propia.
Gracias al Camagüey por ofrecernos la posibilidad de disfrutar de esta presentación y ojalá las provincias orientales, más cercanas a la tierra del Mayor, tengan la posibilidad de disfrutar esta fiesta de la cubanía, sobre todo en momentos en que el enfrentamiento a la colonización cultural alcanza altas cotas.