El Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, pionero en el país en esa rama de la medicina, realizó más de 4500 operaciones de ese tipo el pasado año, anunció el director de esa institución.

En conversación con la Agencia Cubana de Noticias, el doctor Julián Ruiz Torres dijo que el proceder se realiza en las especialidades de ginecología, cirugía general y reconstructiva, urología, gastroenterología, neurocirugía, radiología intervencionista y otorrinolaringología.

Destacó que desde el 2007 hasta el 2016 se han entrenado más de 2500 médicos de Cuba y otros países.

Aclaró que más del 90 por ciento de las intervenciones quirúrgicos que se hacen en urología se pueden realizar por mínimo acceso y destacó que en la Isla se han logrado los trasplantes renales con donante vivo, los cuales se están haciendo por cirugía laparoscópica.

Posibilidades de la cirugía robótica

El doctor Julián Ruiz, también Presidente de la Sociedad Cubana de Cirugía de Mínimo Acceso, precisó que Cuba está en condiciones de introducir la cirugía robótica. Ello sería posible a partir de la experiencia de más de 20 años de práctica de mínimo acceso en el país, que ya cuenta con cirujanos líderes y médicos certificados en la técnica, quienes realizan procederes mínimamente invasivos básicos y de avanzada.

Subrayó que hay profesionales entrenados, que han pasado cursos de preparación en esa novedosa técnica. Acotó que todo depende de que la única industria que fabrica ese instrumento, que es de Estados Unidos, acceda a comercializarlos en nuestro país, y comentó que hace más de un año se hicieron gestiones con la compañía productora y se negaron a venderlos.

Precisó que la cirugía urológica, la de colon y la ginecológica sería un buen comienzo para la introducción de la robótica.

Muchas ventajas

El Doctor Miguel Ángel Martínez, también fundador del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, aclaró que los robots realizan la intervención quirúrgica pero son controlados por un cirujano de experiencia.

Subrayó  las ventajas de la cirugía robótica, entre ellas mayor precisión y menos temblor en la incisión. Los movimientos del robot no los hace una mano, porque esta no puede articularse de la manera que lo hace el “hombre mecánico”. Además es menos el sangrado y el daño, posibilita tener acceso donde con laparoscopía se hace difícil, como es la pelvis, el cáncer de próstata, el del recto medio y otros.

Hay lugares en los cuales se dificulta acceder y el androide lo permite dadas todas sus facilidades y movimientos, además de que el cirujano tiene un mejor campo y mayor maniobrabilidad para realizar la cirugía, puntualizó. A fines de la década del 90 se introdujo la cirugía robótica en el mundo.