La Habana, Cuba. – Como las definiera nuestro máximo líder, Fidel Castro, las mujeres constituyen un verdadero ejército al servicio de la Revolución. Y es que desde el 1 de enero de 1959 ellas dejaron de ser explotadas, para convertirse en protagonistas.

Desde entonces son en nuestro país sinónimo de esfuerzo y superación constante, y también, como dijera José Martí: esta mujer cubana, tan bella, tan heroica, tan abnegada, flor para amar, estrella para mirar, coraza para resistir.

Imposible sería escribir la historia de la humanidad, ni tampoco la cubana, sin la mano dulce, tierna, pero firme de la mujer.

Sobradas razones existen entonces el próximo 8 de marzo para dedicarle, no uno, sino todos los homenajes.

Tiernas y fuertes

Desafortunadamente, todavía el mundo es testigo hoy de la desigualdad de derechos y la violencia hacia la mujer. Pero en Cuba la realidad se torna distinta, y con la herencia de otras valientes como Mariana y Vilma, nuestras féminas representan más del 50 por ciento del Parlamento, lo que ubica a Cuba como el primer país de América Latina y el segundo en el mundo.

Las mujeres de esta pequeña Isla del Caribe son el 51,5 por ciento de los dirigentes en el Estado y el Gobierno, casi el 80 del personal de salud, y más del 65 de los graduados en la educación superior.

Así van ellas, con ternura, pero carácter fuerte. Y en su paso por la vida, poseen además la doble capacidad para educar bien a sus hijos y desarrollar a plenitud una profesión.

En múltiples tareas

En tiempos en que Cuba enfrenta una difícil situación económica, la mujer no está exenta, y también se vincula en esa batalla, como una fortaleza, en las diferentes esferas de la producción y los servicios.

Aprender nuevas técnicas permite aumentar mi independencia como campesina, es muy beneficioso ser dueñas de nuestro dinero, ganado por nuestras propias manos, decía una joven granmense meses atrás, motivando a muchas otras que -como ella- aportan a la economía con su trabajo desde la tierra.

Sin dudas, ejemplo ilustrador del temple y el espíritu de sacrificio de nuestras féminas.

En ocasión del Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, llegue la felicitación a cada una de ellas, que -con su cultura, dedicación y virtuosismo- hacen cualquier obra invencible.