Foto/ Iván Paz

Otros cinco médicos de Ciego de Ávila llegaron este sábado desde Brasil con el orgullo del deber cumplido y la tristeza por dejar a muchas familias desprotegidas en el país suramericano.

Fue una experiencia muy fructífera, nos enfrentamos a enfermedades nunca vistas y brindamos una educación sanitaria que agradecen los pueblos indígenas, dijo el especialista José Miguel Boza.

Por su parte, la joven doctora Noraida Rodríguez Castellanos afirmó que el el electo presidente de Brasil no piensa en el pueblo, que está dolido por la pérdida de los servicios médicos en un país donde el sistema de salud es ineficiente.

Otro de los colaboradores que arribó a Ciego de Ávila, Néstor Baluja Salinas, expresó que la salida de los profesionales deja un vacío en las poblaciones indígenas ante la actitud fascista de Bolsonaro, que solo responde a los intereses yanquis.