Camagüey, Cuba. – Con voz entrecortada por la emoción, Aylen González Agramonte compartió la gratitud por formar parte del ensayo clínico en edades pediátricas que comenzó en Cuba, desde Camagüey, con la vacuna Abdala.

Es un orgullo como ciudadana y revolucionaria recibir esta vacuna gracias a los científicos que han puesto todo su afán para que este país salga hacia adelante, dijo la muchacha de 17 años de edad.

Su madre, Mabel Agramonte, expresó la satisfacción de que su hija forme parte de un estudio que permitirá la posterior vacunación masiva de la población infantil, en tanto condenó las maniobras yanquis para perturbar el orden interno en estos momentos.

Aylen González Agramonte, quien participa en el ensayo clínico pediátrico con Abdala, estudia en la escuela vocacional Máximo Gómez, de Camagüey, y quiere ser estomatóloga, un sueño al que podrá entregarse, en breve, mucho más protegida.