El último crucero de los Estados Unidos partió de La Habana el miércoles 5 de junio, culminando así con el alza de esta actividad en Cuba.

Las nuevas restricciones del gobierno norteamericano, que prohíben los viajes de cruceros y otras embarcaciones recreativas desde ese país hacia Cuba, afectan al sector de cuentapropistas en la Isla, a los que la política de Donald Trump dice apoyar.

Carlos Cristóbal Márquez, propietario de la célebre paladar San Cristóbal, asegura que aunque es muy temprano para llegar a conclusiones, se puede hablar de un descenso evidente en el número de clientes.

El último crucero de los Estados Unidos partió de La Habana el miércoles 5 de junio, culminando así con el alza de esta actividad en Cuba, que llevó a cientos de miles de estadounidenses a la Isla.

En respuesta, los trabajadores del restaurante señalaron que su deber es el mismo: continuar ofreciendo un servicio de excelencia y mantener las puertas abiertas para recibir a los visitantes, sin importar su procedencia.