Industria alimentaria cubana con grandes retos

La Habana, Cuba. – Lograr encadenamientos productivos para acelerar las entregas de surtidos a la población y el turismo, constituye eje estratégico de la industria alimentaria cubana, que también tiene como prioridad reducir importaciones.

Precisamente, es esa la máxima de la Empresa de Confitería y Derivados de la Harina, que al decir de su Directora Comercial, María del Carmen Romero, trabaja no solo por aumentar las producciones, sino por mejorar la calidad.

Afirma a Radio Reloj que para las pastas alimenticias la capacidad instalada permite la producción de 42 mil toneladas anualmente, y hoy logran de 37 mil a 39 mil, cuyo destino es, en primer orden, la canasta familiar normada, además de la venta liberada, el turismo y las cadenas de tiendas.

Destaca el proceso inversionista en el sector, del cual no está exenta la empresa, aunque los resultados podrán percibirse a largo plazo.

Ante el reto de satisfacer la demanda

Aunque no son alimentos de primera necesidad, las confituras sí poseen una alta demanda, sobre todo en la etapa veraniega; por ello, constituye un reto para la Empresa de Confitería y Derivados de la Harina, encargada de la producción de galletas, africanas, chocolitos y otros surtidos.

Aunque la demanda es superior a la oferta, la Directora Comercial de la entidad, María del Carmen Romero, asegura que laboran para incrementar cantidad y variedad.

Otro desafío de la Empresa de Confitería y Derivados de la Harina para 2018 -señala- es velar por la existencia y buen funcionamiento de los Laboratorios de Calidad en cada una de las unidades empresariales de base.

Los productos de chocolatería son otra de las líneas que proyecta la empresa, llamada a producir con eficiencia para sustituir importaciones y satisfacer las necesidades de la población.