La compañía china tiene una buena reputación entre los operadores de telecomunicaciones por el suministro fiable de equipos rentables.

La fase activa de la presión de Estados Unidos sobre las compañías tecnológicas chinas empezó en agosto de 2018, cuando el presidente Donald Trump firmó un proyecto de ley que prohibía a las agencias federales y a sus contratistas usar equipos de Huawei y ZTE Corporation.

El miedo a que Huawei se afiance en las redes globales 5G tiene un trasfondo económico que funcionarios de seguridad occidentales enmascaran con posibles ataques cibernéticos de Beijing.

La compañía china tiene una buena reputación entre los operadores de telecomunicaciones, por el suministro fiable de equipos rentables, además, muchos países europeos tienen fuertes vínculos económicos con China, y los ejecutivos de la industria siguen atraídos por los productos de Huawei.

No obstante, hasta el presente, Washington no ha presentado ninguna prueba sólida de que los equipos de Huawei hayan sido utilizados para espiar.