Una caravana de migrantes centroamericanos, que el gobierno mexicano define como mayoritariamente procedentes de Honduras, persiste hoy en su propósito de llegar a la frontera de Estados Unidos pese a las amenazas y el cansancio.

Reportes afirman que los marchantes muestran signos de agotamiento y que muchos caminan con zapatos inadecuados, signo de su pobreza, que es una de las causas por las cuales emigran, además de la violencia.

En la marcha hay mujeres y niños, los más afectados por el largo caminar, aunque les esperan más de 3 mil kilómetros quizá hasta Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos por donde se espera que intenten ingresar al territorio norteño.

Por su parte, el gobierno mexicano, en comunicado suscrito por las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, informó que recibió solicitudes de refugio de 1743 migrantes.