La Habana, Cuba. – Más del 60 por ciento de la sal que se consume en Cuba se produce en las salineras del extremo oriente del país, por ello el programa de desarrollo del sector incluye inversiones en las salinas de Joa y Guantánamo.

El director de la Empresa de la Sal, Jorge Bell, dijo que en esas plantas se introducirán el flujo tecnológico de línea de secado, para lograr mayor calidad del producto, que de importarse costaría al país 68 millones de dólares.

Esa industria es un medio muy agresivo al ubicarse todas las unidades de base de produccción cerca del mar, sostuvo el directivo, e insistió en la acción corrosiva de la sal en los metales, y el necesario mantenimiento de los equipos.

Explicó que luego de su obtención, la sal recibe un primer beneficio, al ser lavada y afinada antes de pasar a las plantas en donde se centrifuga, seca, muele, clasifica y envasa.