La Habana, Cuba. – El grueso de los deportistas que nos representarán en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 está instalado desde este viernes en la Villa Olímpica de la capital nipona, donde como es tradicional se empieza a respirar un aire de confraternidad multiétnica.

Los cubanos, quienes llegaron a Tokio después de un largo y agotador viaje, conforman una comitiva de 69 deportistas, aunque todavía equipos como el de lucha o atletismo no se incorporaron a la Villa, pues cumplen bases de preparación en otros países.

Durante el viaje, y después en la estancia en Japón, nuestros atletas han cumplido, y cumplen, un estricto protocolo sanitario establecido por las autoridades niponas.

La delegación cubana aspira a ubicarse entre las veinte primeras en el medallero por países y para eso cuenta con el aporte de figuras extraclase como el luchador Mijaín López o la judoca Idalys Ortiz.

El sueño de Idalys

Las esperanzas son claras. Primero era llegar a Tokio con salud y luego alcanzar mi cuarta medalla olímpica, dice a Radio Reloj la judoca Idalys Ortiz, de más de 78 kilogramos y candidata a subir al podio en la capital japonesa.

A sus 32 años, la fornida atleta, que luce sus habituales dreadlocks, asegura que sueña con ganar una presea en Tokio, aunque sabe que ella misma es su principal rival.

La contendiente más difícil que tengo soy yo misma porque he estado en la élite del judo durante muchos años y cuando las cosas no salen como están previstas es mi propia responsabilidad, independientemente de la calidad de las rivales, afirma con rotundidad.

Bronce en Beijing, oro en Londres y plata en Río de Janeiro es un palmarés olímpico que cualquiera envidiaría, pero Idalys Ortiz quiere más y para eso está en la capital de Japón, bajo la bandera cubana.