Tokio, Japón.- De la manera más cruel posible, Holanda sepultó los sueños de Cuba en el IV Clásico Mundial de Béisbol al imponerse este miércoles por paliza de 14-1, en siete entradas.

Con ese triunfo, los tulipanes aseguraron su presencia en semifinales, aunque para saber su posición final en el grupo E deberán esperar por el resultado del partido entre Japón e Israel.

El crédito de la victoria correspondió a Diegomar Markwell, una bestia negra de Cuba en los últimos años; el zurdo trabajó seis entradas completas, en las que permitió una carrera y cuatro hits, entre ellos par de dobles.  Para el lanzador fue la segunda victoria contra Cuba en Clásicos Mundiales, con un revés.

Así, los cubanos se despidieron sin victorias de la segunda ronda, aunque debemos recordar que el objetivo de la delegación se había cumplido, tras superar la fase inicial.

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