La Habana, Cuba.- La siesta es una costumbre extendida que puede proporcionar más energía, sin embargo, científicos revelaron la relación entre las siestas prolongadas y la progresión de la demencia.

Estas pueden ser uno de los muchos indicios de que una persona podría estar en camino a un deterioro cognitivo, y podría requerir una evaluación médica. Aunque no solo el exceso de las siestas diurnas predecía un mayor riesgo futuro de demencia de alzhéimer, sino que este diagnóstico aceleraba el aumento de la siesta diurna durante el envejecimiento.

El análisis se basó en datos recopilados durante 14 años en personas con una edad media de 81 años, durante 14 días al año.

Independientemente de los factores de riesgo de demencia conocidos, las siestas diurnas más largas y frecuentes fueron un factor de riesgo para desarrollar alzhéimer en hombres y mujeres mayores cognitivamente normales.

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