La Habana, Cuba. – El Día Mundial de África se instituyó con el propósito de hacer visibles las múltiples problemáticas de esa región, que un momento llegó a denominarse el Continente olvidado, aunque todavía pese sobre él gran cantidad de olvido.

Se escogió la fecha del 25 de mayo porque ese día de 1963, se reunieron en Addis Abeba, Etiopía, un grupo de 32 líderes para fundar la Organización para la Unidad Africana.

La misma fue Reemplazada en 2002 por la actual Unión Africana, la cual integran 54 naciones, exceptuando a Marruecos.

Entre los propósitos de la referida Organización estaban promover la unidad y la solidaridad de sus miembros, y aportar la voz colectiva del continente al concierto de naciones. Otro de los objetivos consistía en lograr la erradicación del colonialismo y promover la cooperación internacional.

El mundo no debe cerrar los ojos

Cincuenta y ocho años después de haberse concertado la Organización para la Unidad Africana, no existen colonias en el continente, pero los padecimientos de su población no han desaparecido.

Pobreza extrema, hambre crónica, enfermedades mortales como el ébola, el VIH SIDA, la Covid-19, y aquellas que no lo son tanto, se ciernen sobre África en permanente presencia.

A esto deben sumarse los continuos conflictos armados que merman la población, la expulsan de sus territorios, u obligan a niños a hacerse soldados.

Además, el saqueo de sus riquezas, y otra vez el olvido, con la anuencia de los países ricos para que esa parte del planeta continúe aportando mano de obra barata y los grandes recursos naturales a sus economías. África persevera en su destino. El mundo no debe cerrar los ojos.