Compartir

Tras una rigurosa fase de consultas y consenso para su aprobación por el Parlamento, en breve entrará en vigor la Ley de Comunicación Social, con los correspondientes reglamentos para su implementación.

Como se ha explicado, se trata de una legislación avanzada, hasta ahora inédita en Cuba. Dado su impacto en toda la sociedad, queda ahora ese otro proceso de información y análisis para interiorizar cada uno de sus conceptos, sustentados en la Constitución de la República.

Porque es un instrumento jurídico que va más allá de los medios de prensa, e involucra a muchos otros factores, de modo que abarca los ámbitos comunicacional, comunitario y mediático.

Su objetivo es claro: propiciar una mejor comunicación, un diálogo más veraz y diáfano, sobre la base de los principios de independencia, soberanía y seguridad.

Publicidad con ética y orden

El ejercicio de la publicidad y el patrocinio de marcas, productos y servicios cubanos y extranjeros en el mercado nacional, reconocidos por la Ley de Comunicación Social, ha sido uno de sus elementos que más han llamado la atención.

Se trata, por supuesto, de definir y regular las pautas de una práctica basada en la ética, en la responsabilidad social. Una legislación imprescindible, para definir los conceptos que defiende el país y el diseño de productos comunicativos acordes con ellos.

Como establece la ley: la publicidad respeta la identidad histórica y cultural del pueblo cubano, salvaguarda los valores de la sociedad socialista, promueve la inclusión, así como los intereses nacionales y de los distintos actores económicos.

El contenido de la norma jurídica que pronto entrará en vigor será fundamental para evitar distorsiones en los mensajes publicitarios.