La Habana, Cuba. – Al cumplirse el aniversario 170 del natalicio de José Martí, nuestro pueblo rinde homenaje al más universal de los cubanos, quien defendió con dignidad la justicia social.

Con su verbo afinado y su machete en la manigua redentora nuestro Apóstol nos alertó tempranamente: He vivido en el monstruo y le conozco las entrañas y nos advirtió del peligro que el imperialismo representaba para los pueblos de América Latina.

El Héroe Nacional de Cuba nos conmueve aún con sus innumerables pensamientos sobre la justicia y el Derecho, entre ellos …Las palmas son novias que esperan: ¡y hemos de poner la justicia tan alta como las palmas!.

Días antes de su caída en combate, su carta inconclusa al amigo Manuel Mercado constituyó su testamento político, respaldado en innumerables ocasiones ante su espíritu humanista y justiciero que conmovió a sus compañeros de lucha.

Defensa de ideas

Desde que era un niño, Martí siempre estuvo en desacuerdo con la esclavitud y sufría los maltratos recibidos por los negros esclavos como si fuera en carne propia.

En sus discursos expresaba que la justicia social se encuentra en una sociedad donde haya igualdad de derechos, donde no exista la esclavitud, el negro no sea discriminado y los ciudadanos se traten por igual y como familia.

Al conmemorar el natalicio del Apóstol de Cuba recordamos otro de sus pensamientos: La victoria no está solo en la justicia, sino en el momento y modo de pedirla: No en la suma de armas en la mano, sino en el número de estrellas en la frente.

Defender los valores de derecho y justicia social por los que luchó nuestro Martí debe constituir un objetivo supremo de cada cubano, mediante su actuar honesto y revolucionario en correspondencia también con las enseñanzas de Fidel.