La Habana, Cuba. – En el corazón del habanero barrio de San Isidro, Idalmis Saldaña León se mueve con soltura entre la sala y el patio, en un oficio que le reporta ingresos.

Es una de las personas que en La Habana participa en el proyecto ESPUmás, concebido para crear empleo femenino. Todo comenzó luego del X Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en 2019, a partir de planteamientos sobre necesidades de empleo y servicios en espacios rurales o apartados.

La Empresa Industrial de Equipos y Servicios Asociados contaba con las lavadoras automáticas y semiautomáticas y se acercó entonces a la FMC, como el mecanismo nacional para el Programa de adelanto de la mujer, con una iniciativa que converge con acuerdos del congreso.

Hoy son más de noventa puntos de Espumás en el país, seis de ellos en La Habana.

Posibilidad de empleo

En Cuba más de un millón de mujeres no tienen empleo, en ocasiones porque están al cuidado de adultos mayores o niños y no pueden salir de sus viviendas.

El proyecto ESPUmás les permite convertirse en trabajadoras por cuenta propia y tener como centro laboral su casa.

La Empresa Industrial de Equipos y Servicios Asociados garantiza las lavadoras para el arrendamiento, les vende el detergente cada tres meses, facilita los soportes de identidad del proyecto, da mantenimiento dos veces al año y asume la reparación del equipo, cuando la rotura no sea responsabilidad de la arrendataria.

El Plan de Acción del Programa para el Adelanto de las Mujeres incluye evaluar las necesidades y posibilidades de empleo en los territorios y sectores de la economía, con el fin de trabajar con el potencial de mujeres sin vínculo laboral, con énfasis en las jóvenes.

 

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