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La Habana, Cuba.- El calendario cultural de Cuba comenzó sin contratiempos en 2020. La Casa de las Américas entregó su Premio Literario; la Feria Internacional del Libro tomó por asalto la Cabaña. La compañía de teatro infantil La Colmenita celebró 30 años de amorosa entrega, y el jazz y la salsa tuvieron su fiesta.

Pero irrumpió la pandemia del nuevo coronavirus y obligó a cambiar las formas de vida. Todo se trastocó. Forzados por las circunstancias, nuestros artistas buscaron otras vías de creación para hacer llegar un mensaje siempre agradecido.

Encontraron en los medios de comunicación y las plataformas digitales un espacio para trasmitir conciertos, recitales de poesía, exposiciones de artes plásticas; hacer recorridos virtuales por museos; promover la lectura.

Y hasta la televisión enlazó a maestros y alumnos en un atípico curso escolar.

Un año duro de aprendizaje

Termina un año asfixiante, en el que la cultura sirvió a muchos de asidero. Hubo pérdidas inmensas, como las de Eusebio Leal, Rosita Fornés y Juan Padrón. Y momentos de celebración, por el centenario de Alicia Alonso, los 90 de Omara Portuondo y Alfredo Sosabravo, y los 50 de ese patriota que es Elpidio Valdés.

La televisión subió peldaños con la serie Lucha contra bandidos, y las telenovelas Entrega y El rostro de los días. La Orquesta Aragón ganó un Grammy Latino con su album Ícono, y se instituyó el 8 de mayo como Día del Son Cubano.

La Egrem y Bismusic estuvieron muy activas en la difusión online de sus novedades y el Festival de Cine de La Habana llegó en versión reducida mientras alista otra.

La cultura cubana mostró su capacidad de reconstruirse y explorar caminos en bien de la imprescindible relación entre creadores y públicos.

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