El naturalista, climatólogo, paleontólogo, zoólogo, geólogo y antropólogo argentino Florentino Ameghino, nació el 19 de septiembre de 1853 en Moneglia, Reino de Cerdeña. Sus descubrimientos fósiles en la Pampa argentina se equíparan a los realizados en el oeste de los Estados Unidos a fines del siglo XIX. Ameghino estructuró la teoría autoctonista sobre el origen del hombre americano, en contraposición a la hoy universalmente aceptada interpretación alóctona.
Sus primeros trabajos científicos los realizó en la cuenca del río Luján, en los partidos de Mercedes y Luján, entre 1869 y 1877, mientras trabajaba como docente en la ciudad de Mercedes. En 1878 se dirige a París a participar de la Exposición Universal y otros eventos científicos. Regresa de Europa en 1881. A partir de su regreso monta una librería en Buenos Aires y comenzó a entrenar a su hermano Carlos en el trabajo de campo. Fue profesor de zoología en la Universidad Nacional de Córdoba.
Comenzó a coleccionar fósiles cuando era joven y pronto desarrolló un interés en la clasificación de los mismos. Sus primeras contribuciones fueron ignoradas en gran medida por las revistas sudamericanas, pero la correspondencia con el paleontólogo y zoólogo francés Paul Gervais, director del Journal de Zoologie, lo llevó al reconocimiento internacional. En total, descubrió más de 6000 especies fósiles de fauna extinta. Fue nombrado profesor de zoología en la Universidad de Córdoba (1884) y profesor de geología y mineralogía en la Universidad Nacional de La Plata (1887).
Fue director del Museo Nacional de Buenos Aires. Su teoría era la coexistencia entre seres humanos y la megafauna extinta en la zona pampeana. Incluyendo un posible origen del ser humano y posterior evolución en América. Como autodidacta, estudió los terrenos de la Pampa, coleccionando numerosos fósiles, en los que se basó para hacer numerosas investigaciones de geología y paleontología. También investigó el hombre cuaternario en el yacimiento arqueológico de Chelles.
Florentino Ameghino realizó una obra científica y literaria que se describe como monumental y que es un claro exponente cultural que llevó a cabo la Generación del Ochenta en Argentina. La antigüedad del hombre en el Plata fue publicada en dos tomos en 1880 y 1881.y Los mamíferos fósiles en la América Meridional. En 1884 editó Filogenia, una obra teórica en la que desarrolló su concepción evolucionista, de neto corte lamarckiano, y propició, con intuición precursora, la fundación de una taxonomía zoológica de fundamentos matemáticos.
Ocupó la Cátedra de Zoología de la Universidad de Córdoba. Fue integrado a la Academia Nacional de Ciencias con sede en dicha ciudad. Un año después presentó en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias su obra magna, y un atlas: Contribución al conocimiento de los mamíferos fósiles de la República Argentina. Esa inmensa obra de 1889 le valió la medalla de bronce en la Exposición Universal de París. También aportó Filogenia, principios de clasificación transformista basados sobre leyes naturales y proporciones matemáticas, que lo ubicó entre las pocas figuras mundiales del enfoque paleontológico del evolucionismo en la biología.
A fines del siglo XIX cuando el sistema de lagunas Encadenadas comenzó a secarse, Ameghino y otros estudiosos de la época habían advertido sobre la necesidad de resolver el problema de las grandes sequías mediante un sistema de canalizaciones que permitiese retener en la región volúmenes de agua excedentes en los períodos ricos. Eso quedó plasmado en su libro Las secas y las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires, contemplando la derivación de las aguas dulces excedentes hacia zonas bajas para crear reservorios (que servirían de recargadores del acuífero Puelche o reserva en épocas de sequía), la forestación de las orillas de cursos fluviales y de zonas afectadas por la erosión, la piscicultura intensiva en los embalses a crear, y la posibilidad de construcción de una red de canales navegables con esclusas de navegación para el transporte.
Cerró esta etapa de su vida en 1906 con Formaciones sedimentarias del Cretáceo Superior y del Terciario de Patagonia, una obra de síntesis que no se limita a las descripciones, sino que planteó hipótesis sobre la evolución de los diversos mamíferos y analizó las distintas capas de la corteza terrestre y sus posibles edades. Finalmente, entre 1907 y 1911, volvió Ameghino a su primitiva dedicación: el hombre fósil, las descripciones de los primeros habitantes, sus industrias y culturas.
Impresiona el volumen que alcanzaron sus publicaciones en los 56 años que vivió. En una recopilación, publicada como Obras Completas, se cuentan 24 volúmenes de entre 700 y 800 páginas cada uno, que contienen clasificaciones, estudios, comparaciones y descripciones de más de 9000 animales extintos, muchos de ellos descubiertos por él. Tan importante era ese catálogo en relación con la cantidad total de mamíferos extinguidos conocidos en el mundo entero, que científicos de América y Europa viajaban a la Argentina a conocer la colección de Ameghino, escépticos y curiosos, para rendirse por fin, ante la evidencia de la verdad y el genio del naturalista.
Florentino Ameghino, murió el 6 de agosto de 1911 en La Plata, Argentina, a los 57 años de edad. Se enfermó de diabetes y también por resistirse a una intervención quirúrgica.
Referencia
- https://www.britannica.com/biography/Florentino-Ameghino
- https://es.wikipedia.org/wiki/Florentino_Ameghino