La Habana, Cuba. – El médico y Mayor del ejército de los Estados Unidos Walter Reed, nace el 13 de septiembre de 1851 en Belroi, comunidad no incorporada en el condado de Gloucester en la región oriental de la península de Middle en Virginia. En 1900 dirigió el equipo que confirmó la teoría (expuesta por primera vez en 1881 por el científico cubano Carlos Juan Finlay) de que la fiebre amarilla se transmite por mosquitos, en vez de por contacto directo. Esa visión abrió campos completamente nuevos en epidemiología y biomedicina y directamente permitió la reanudación y finalización del trabajo de Estados Unidos en el Canal de Panamá (1904-1914).

Después de sesiones durante dos años en la Universidad de Virginia, Reed completó el título de Doctor en Medicina en 1869, a la edad de 17 años. Entonces se matriculó en el Instituto Médico del Hospital Bellevue de la Universidad de New York en Manhattan, donde obtuvo un segundo doctorado en Medicina en 1870. Después de hacer prácticas en varios hospitales de esa ciudad, fue miembro del Consejo de Salud de la ciudad hasta 1875. Con su juventud aparentemente limitando su influencia, Reed se unió a los Cuerpos Médicos del Ejército de los Estados Unidos, tanto por sus oportunidades profesionales y la modesta seguridad económica que podía proporcionar. Pasó la mayor parte de su carrera en el Ejército hasta 1893. Durante uno de sus últimos viajes, completó un curso avanzado en patología y bacteriología en el Laboratorio de Patología del Hospital Universitario Johns Hopkins.

Reed se unió a la facultad de la recientemente abierta Escuela Médica del Ejército en Washington, D. C. en 1893, donde ocupó un cargo en la cátedra de Bacteriología y Microscopia Clínica. Además de sus responsabilidades como profesor, ejerció activamente proyectos de investigación médica y sirvió como el encargado del Museo Médico del Ejército, que más tarde se convirtió en el Museo Nacional de Salud y Medicina. Reed viajó por primera vez a Cuba en 1899 para estudiar las enfermedades en los campamentos del Ejército de los Estados Unidos allí. La fiebre amarilla se convirtió en un problema para el Ejército durante la Guerra Hispano-Cubano-Estadounidense, cayendo miles de soldados en Cuba.

En mayo de 1900, Reed regresó a Cuba cuando fue nombrado jefe de la junta militar encomendado por el Cirujano General George Miller Sternberg para examinar las enfermedades tropicales incluyendo la fiebre amarilla. Sternberg fue uno de los fundadores de la bacteriología durante ese tiempo de grandes avances en la medicina debido a la aceptación generalizada de la teoría microbiana de la enfermedad de Louis Pasteur así como también a los métodos de estudio de las bacterias desarrollados por Robert Koch. Durante la tenencia de Reed con la Comisión de la fiebre amarilla del Ejército de los Estados Unidos en Cuba, el consejo confirmó la transmisión por mosquitos y desmintió la creencia común de que la fiebre amarilla podía ser transmitida por la ropa y la ropa de cama sucia por los fluidos corporales y excrementos de los enfermos de fiebre amarilla – artículos conocidos como fomitas.

El consejo llevó a cabo muchos de su serie de dramáticos experimentos en el Campamento Lazear, llamado así en noviembre de 1900 por el ayudante y amigo de Reed Jesse William Lazear que había muerto dos meses antes de fiebre amarilla mientras era miembro de la Comisión. El arriesgado pero fructífero trabajo de investigación fue hecho con personas voluntarias, incluyendo parte del personal médico como Lazear y Clara Maass que permitieron ser infectados deliberadamente. El trabajo de investigación de la enfermedad bajo la dirección de Reed fue en gran parte responsable de contener las tasas de mortalidad de la fiebre amarilla durante la construcción del Canal de Panamá, algo que había confundido a los intentos franceses de construir en esa región sólo 30 años antes. Después del retorno de Reed de Cuba en 1901, continuó hablando y publicando sobre la fiebre amarilla. Recibió títulos honoríficos de Harvard y la Universidad de Míchigan en reconocimiento a su trabajo seminal.

El apéndice de Walter Reed se reventó; y murió el 23 de noviembre de 1902, de la peritonitis resultante, a la edad de 51 años.