La Habana, Cuba. – El matemático, astrónomo y poeta persa Ghiyath al-Din Abu l-Fath Omar ibn Ibrahim Jayyam Nishapurí u Omar Jayam, nace en Nishapur, entonces capital selyúcida de Jorasán —actual Irán—, el 18 de mayo de 1048. La traducción literal de su apellido es «fabricante de tiendas (de campaña)» (relacionada con la palabra española de origen árabe «jaima») profesión de la que se supone habría tradición en su familia.
Durante 18 años, Omar Jayam realizó relevantes investigaciones en astronomía, que abarcaron la compilación de tablas astronómicas y particularmente, la corrección del antiguo calendario zoroástrico, que los persas habían conservado tras la islamización de Persia debido a su exactitud, a pesar de que el islam utiliza el calendario lunar. Las investigaciones realizadas le permitieron calcular el error del calendario persa, que tenía un año de 365 días exactos. Para el nuevo calendario, que se llamó yalalí por orden de Malik Shah I (quien también se llamaba Yalaledín), Jayam calculó la duración del año con una exactitud pasmosa. Su error es de un día en 3770 años, menor aún que el del calendario gregoriano (un día en 3330 años), que se comenzó a usar en Europa desde el 15 de octubre de 1582.
El calendario yalalí se implantó el 15 de marzo de 1079, y es el calendario empleado todavía hoy en Irán y Afganistán. Omar Jayam no pudo terminar las tablas astronómicas a causa de las muertes, en el mismo año (1092), de Nizam al-Mulk y del sultán Malik Shah.
Lamentablemente, solo conocemos parte de su obra científica, que es extraordinaria: la Disertación sobre una posible demostración del postulado paralelo, de la geometría de Euclides, la Tesis sobre demostraciones de álgebra y comparación escrita en árabe; el Tratado sobre la exactitud del sistema indio para calcular raíces de ecuaciones, referido a ecuaciones de segundo y tercer grado; Los problemas en aritmética y cálculo, la Descripción de las tablas astronómicas de Malek Shah, el ensayo Luz de la razón, sobre la ciencia en general, y la Disertación sobre ciencias naturales. Existen unos ocho trabajos más, sobre física, economía, historia, filosofía, metafísica y tradiciones.
En su Tesis sobre demostraciones de álgebra y comparación desarrolla el primer procedimiento de solución de las ecuaciones cuadráticas y cúbicas a partir de las secciones cónicas, que permite encontrarles una raíz positiva y asimismo logra demostrar que tienen al menos una segunda raíz. Su afirmación de que no se pueden hallar las raíces de las ecuaciones de tercer grado mediante regla y compás no pudo ser demostrada hasta 750 años más tarde. Y la teoría de las ecuaciones de tercer grado no fue desarrollada hasta el siglo XVII, por René Descartes.
Fue también el primero en describir el desarrollo de la potencia de un binomio con exponente natural y en establecer la idea de que las fracciones podrían constituir un campo numérico con propiedades más amplias que el campo de los números naturales, únicos conocidos entonces, que databa de los griegos. Esos conceptos teóricos se contaron entre las matemáticas punteras durante el Renacimiento europeo. La crónica de Nizam-al-Mulk destaca a Jayam como un astrónomo insuperable. Pero sus aportes a las matemáticas, que entonces no se comprendieron en toda su trascendencia, superan notoriamente sus importantes logros en astronomía.
A pesar de las dificultades de la época en que vivió, escribió numerosos trabajos, entre los que se incluyen los Problemas de aritmética, que es un libro de música y otro de álgebra, ambos antes de cumplir los 25 años. En 1070 escribió su famoso trabajo de álgebra Tratado sobre demostraciones de problemas de álgebra, que contiene una completa clasificación de ecuaciones cúbicas resueltas geométricamente, mediante la intersección de secciones cónicas. Y es que intentó clasificar ecuaciones cuadráticas con éxito, aunque no pudo encontrar la solución para todas las ecuaciones cúbicas, a pesar de estar seguro de que era posible hacerlo, ya que en algunos casos halló soluciones geométricas.
Malik Shah, nieto del fundador de la dinastía selyúcida, llamó a Omar Jayam para que se trasladase a Isfahán para instalar un observatorio, que Jayam dirigió durante dieciocho años, convirtiéndolo en un excepcional centro de investigación. En él se elaboraron tablas astronómicas y se contribuyó a la reforma del calendario, ya que las investigaciones llevadas a cabo le permitieron calcular el error del calendario persa, el cual tenía 365 días exactos (hay que considerar que, a finales del siglo XIX, el año duraba 365,242196 días y que en la actualidad es de 365,242190).
La muerte de Malik Shah en 1092 acarrea la desaparición de la financiación del observatorio, por lo que se abandona la reforma del calendario y Omar Jayam no puede acabar sus tablas astronómicas. Además, el fin del período de paz tras la muerte de Malik Shah, conllevó que Omar Jayam comenzase a sufrir ataques de los ortodoxos musulmanes. A Omar Jayam debemos que la incógnita de las ecuaciones se llame x. Él la llamó shay («cosa» o «algo», en árabe). El término pasó al castellano como xay, ya que la «x» tenía este sonido («sh») en castellano antiguo y de ahí derivó en solamente la inicial
Omar Jayam, muere en Nishapur, entonces capital selyúcida de Jorasán —actual Irán—, el 4 de diciembre de 1131.