Tokio, Japón.  – Las emociones resultaron las grandes protagonistas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio entre el silencio en las tribunas y el llamado a la resiliencia.

Una gala en la que no faltó la alegría, las más variopintas luces, los efectos de la música, pero marcada por la sobriedad y cuyo momento especial fue observar la silueta del mundo creada con drones y el tema clásico Imagine en las bocinas, interpretado por artistas de diferentes continentes.

También se fundieron como un todo único la historia y las tradiciones locales para dejar ese mensaje de confianza en medio de la pandemia, causante del aplazamiento en 2020 de una cita que ahora convoca a la paz y la solidaridad.

Como es habitual, los integrantes de la comitiva de Grecia, cuna del Olimpismo, lideraron el pelotón de soñadores dispuestos a apuntalar el designio de «construir un mundo mejor y más pacífico».

Juegos de la esperanza

Por casi cuatro horas, la familia olímpica dejo atrás el escepticismo y las ilusiones cubrieron los metros cuadrados del Estadio Nacional de Tokio, atestado de vibra positiva en un ambiente que contrasta con una ciudad fría y carente de jolgorio deportivo por la pandemia.

Danza, vistosos trajes y golpes de tambores estuvieron sincronizados para enaltecer a competidores, entrenadores, miembros de staff y hasta a los integrantes de los medios de prensa, que durante 17 días recorrerán la metrópoli.

Con alrededor de 15 líderes políticos en la instalación, como el primer ministro japonés Yoshihide Suga, la pirotecnia alumbró el cielo de Tokio para inaugurar los llamados Juegos del silencio, los abrazos a distancia, las medidas sanitarias y la esperanza.

De esta manera, la escena quedó lista para rendirnos ante los más de 11 mil deportistas de las 208 delegaciones participantes.