La Habana, Cuba. Para las nuevas generaciones, ser parte de la familia cubana es un privilegio y una fortaleza indiscutible; en su seno percibimos la importancia que se nos brinda y la constante preocupación por nuestra formación y desarrollo. Comprendemos que mientras más fuerte y unida sea la familia, más oportunidades tendremos de crecer como mujeres y hombres de bien.

Como generación nos sentimos orgullosos y comprometidos a decir Sí por el Código de las Familias, pues ha sido pensado para nosotros los jóvenes y hemos participado activamente con nuestras opiniones y sugerencias en esta norma jurídica que nos ratifica como las más importantes personas que somos.

Por Cuba y los cubanos. Los Convocamos a Votar si  Por hoy y por mañana. Por mi generación y por las que vendrán. Por mi familia, por tú familia y la familia de todos. Cuando votamos  sí estamos  refrendando nuestros derechos y garantizado el futuro de todos los que seguiremos construyendo Patria.

Hoy debemos preguntarnos: ¿Se podría acaso concebir a un joven cubano de estos tiempos, alejado del pensamiento moderno, equilibrado y vanguardista que propone el Código? ¿Estaría acorde la formación cultural y contemporánea de la juventud con el rechazo o la incomprensión ante una propuesta que es de las más avanzadas en el mundo, en materia de deberes y derechos familiares? Las respuestas están en el nuevo Código de las Familias, un código inclusivo, de amor, de paz; que apuesta por la vida y la dignidad de todos los cubanos y cubanas sin distinción alguna.

Queremos que nuestros padres y abuelos envejezcan seguros, respetados y que jamás sean abandonados. Que nuestros hijos reciban educación, verlos tomar sus propias decisiones, ayudarlos y, sobre todo, que juntos cultivemos valores humanos. La felicidad de ellos, será la felicidad de todos.

El nuevo Código no daña a nadie, no perjudica a nadie, no nos limita, pues asegura más justicia social e igualdad de derechos, deberes y oportunidades. En el nuevo Código encontraremos alegría, encontraremos responsabilidades y compromiso con lo que queremos ser y hacer, esa esencia misma que ha cultivado siempre la juventud.

Votaremos sí porque estaremos creciendo en lo individual y en lo colectivo, porque estaremos abrazando la vida y estaremos, al decir del poeta, creando una nueva era. Digamos Sí por un Código de las Familias que ha legitimado el amor, los afectos y el respeto, un Código que será luz de esperanza, será luz de vida y futuro.