La Habana, Cuba. – En las últimas semanas se han conmemorado varios hechos que Fidel protagonizó, pero ya hace seis años que no está entre nosotros. Manos amigas me prestaron un libro que lo retrata en cuerpo y alma, esta será la obra que comentaré esta semana, “Fidel. Fotografías” publicado por la Editorial Boloña en el año 2012 y que cuenta con fotografías realizadas a Fidel por: Liborio Noval, Osvaldo Salas, Pablo Caballero, Roberto Salas y Alex Castro.

Los autores pretendieron entregar una obra a la altura de uno de los hombres más carismáticos que se hayan conocido a través de la historia. Se ofrece una recopilación de más de 100 instantáneas del líder de la Revolución Cubana.

No me pude resistir a incorporar fragmentos de los testimonios que aparecen en el libro dados por algunas personalidades que lo conocieron bien, entre ellas, Armando Hart Dávalos, Gabriel García Márquez y Eusebio Leal Spengler

Armando Hart Dávalos, dice: “El presente libro está dedicado a mostrar, a través de la imagen, facetas del hombre que se enfrentó a la dictadura de Batista desde el mismo 10 de marzo de 1952, que organizó el asalto al Cuartel Moncada, que sufrió prisión y salió de Cuba rumbo a México, que sufrió prisión y salió de Cuba rumbo a México, en 1955, para preparar el desembarco de los 82 expedicionarios del yate Granma, que dirigió la lucha armada contra el ejército de la dictadura, auspiciada y apoyada por el gobierno de los Estados Unidos, que condujo masivamente al pueblo hacía la victoria del 1 de enero de 1959, y que más allá de cargos es reconocido por su pueblo como el inspirador y guía de la Revolución más radical del siglo XX, que ha sido desafiado durante más de 50 años al imperio más poderoso que recuerde la humanidad. Toda persona interesada en la historia y en la política debe sentirse obligada a reflexionar sobre como esto ha sido posible”.

Por su parte el gran amigo de Fidel, Gabriel García Márquez expresó: “Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio. Una cosa se sabe con seguridad, esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca, nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: las cosas deben andar muy mal, porque usted está rozagante”.

El historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, planteo: “existe una arraigada creencia en los pueblos originarios de América del Sur de que una imagen fotográfica tomada a una persona se lleva parte de su espíritu. Falsa o no, esta certitud podría aceptarse como un misterio que espera la comprobación cuando se trata de una personalidad pública”.

En pocas palabras les digo que, es un libro bello.