La Habana, Cuba. – De vasto camino en la independencia de Cuba y México, el Mayor General Manuel de Quesada y Loynaz fue el único General en Jefe del Ejército Libertador durante la Guerra de los Diez Años.

En su haber consta la pertenencia a la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe, la designación como General en Jefe de las fuerzas camagüeyanas y la asistencia a la Asamblea Constituyente de Guáimaro, aunque no fue representante.

Como General en Jefe del Ejército Libertador destacó por su pericia organizativa, la creación de fábricas de pólvora y talleres de talabartería, el impulso a zonas de cultivo y salinas e instauración del aseguramiento logístico.

Manuel de Quesada, miembro de familias opulentas de Puerto Príncipe, Camagüey, y cuñado de Carlos Manuel de Céspedes, nació el 29 de marzo de 1833.

Itinerarios

Manuel de Quesada hizo causa con México, ingresó en el ejército de Benito Juárez, alcanzó grado de General de División, resultó Gobernador militar de Durango, dirigió el primer combate contra invasores franceses y organizó el cuerpo militar Lanceros de Quesada.

Después, Carlos Manuel de Céspedes lo designó agente especial en los Estados Unidos; allí, recaudó recursos para la guerra, organizó expediciones y envió papel moneda para la República en Armas.

Cuando se lleva a cabo la firma del Pacto del Zanjón, Manuel de Quesada estaba en Costa Rica y trabajaba entonces en las obras del Ferrocarril San José-Puerto Limón, siendo superintendente de ferrocarriles e incidiendo en el desarrollo de este.

El 29 de enero de 1884 murió tras una pulmonía en extrema pobreza. El entierro lo costearon casi de limosna los masones de San José. Sus restos continúan en ese país.