La Habana, Cuba. – Aseguran que la mañana era soleada y los médicos discutían, mientras José Carlos Mariátegui agonizaba en el lecho con el vientre abotagado y las pupilas dilatadas; consciente de todo, sus ojos parecían mirar desde ultratumba.

El Amauta, maestro en quechua, escritor, periodista, político, filósofo, creador del Partido Socialista Peruano, la Confederación de Trabajadores y la organización de grupos de estudiantes en su país, se fue el 16 de abril de 1930.

Considerado uno de los mayores estudiosos de la realidad latinoamericana, para los filósofos Michael Löwy y José Pablo Feinmann, es el pensador marxista más vigoroso y original de América Latina.

Fundador de la revista Amauta, bastión de ideas avanzadas, y autor de 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, José Carlos Mariátegui persiste como referente de la intelectualidad en esta región.

Mariátegui y Cuba

Los intelectuales cubanos no fueron ajenos a la influencia y admiración por José Carlos Mariátegui La Chira, ni este fue indiferente a la situación de la Isla.

Según refiere el poeta Winston Orrillo, el primer cubano que se solidarizó públicamente con Mariátegui fue Julio Antonio Mella, quien a nombre de la Universidad Popular José Martí, escribió una carta en defensa del peruano.

A su vez, en misiva al historiador Emilio Roig, El Amauta dio las más cordiales gracias por las amistosas palabras con que saludó en la revista Social la aparición de sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.

José Carlos Mariátegui dijo de sí: “No soy un espectador indiferente del drama humano. Soy, por el contrario, un hombre con una filosofía y una fe”; al morir, Juan Marinello bellamente escribió: “¡Se ha roto una voz que estaba hecha de los gritos de todos!”