La Habana, Cuba. – Mientras el nuevo coronavirus corretea por todas las esquinas del planeta, a golpe de talonario los países del Norte desarrollado acaparan sin miramientos cuanta vacuna aparezca.

Como están las cosas, todo parece indicar que la inmunización total llegará primero a las naciones desarrolladas, las que tuvieron suficientes recursos para comprar de manera masiva los fármacos más adelantados.

La cola para adquirir los caros inyectables es larguísima y por eso, algunos analistas vaticinan que África Subsahariana, por ejemplo, tendrá que esperar hasta 2024 para vacunar a toda la población.

Ese acceso desigual creará depósitos regionales de la Covid-19 desde donde pudieran propagarse nuevas cepas, quizás más mortales que mantendrán muertes, contagios y una dura crisis económica mundial. 

Acaparamiento desvergonzado

De acuerdo con una investigación de la Universidad de Boston, más de la mitad de las dosis de las vacunas contra el nuevo coronavirus han sido adquiridas por los países ricos, donde viven solo mil 200 millones de personas, la séptima parte de la población mundial.

Algunas naciones del Norte desarrollado han llegado a acumular fármacos suficientes para vacunar dos y tres veces a todos sus ciudadanos. Y a pesar de los reclamos de la Organización Mundial de la Salud nadie se anima a donar los medicamentos que necesitan los pobres, atrapados entre las patas de los desbocados caballos del neoliberalismo y la pandemia.

Desde la opulencia el Norte, olvida que nadie estará a salvo, hasta que lo estemos todos, y mientras, las vacunas siguen llegando a los ricos, pero entre los pobres, los contagios mortales crecen.