La Habana, Cuba. – Hace por estos días 99 años de que Adolf Hitler entró en la cárcel de Landsberg, en la Baviera alemana, para cumplir cinco años de prisión.
La condena fue bastante floja, si se tiene en cuenta que en noviembre de 1923 el líder nazi había encabezado el llamado Putsch de Munich, un fallido golpe de estado.
Aunque apenas estuvo año y medio tras las rejas, en ese tiempo escribió buena parte del infame Mein Kampf, Mi Lucha, el manifiesto de la ideología política del nacionalsocialismo. Aquel libelo, con más de 700 páginas cargadas de mentiras, contiene las ideas principales aplicadas después por el nazismo en el poder.
Con un populismo imparable, Hitler aprovechó entonces los problemas de la gente para, con falsedades, mover a las masas hacia una derecha radical. Algo espeluznantemente parecido a lo que hoy hace Trump.
Apuntando a la Casa Blanca
Tras ser imputado por un tribunal de Nueva York, Trump convocó a sus partidarios en La Florida. El ex presidente republicano dijo que Estados Unidos se estaba yendo al infierno y trazó un panorama de mentiras y medias verdades sobre el relativo declive del país.
Aunque se centró en defenderse de las acusaciones y en atacar a los demócratas, en especial a Biden, la reunión fue casi el inicio de la campaña electoral, con el díscolo magnate proclamando que volvería a hacer grande a América, la frase con que antes llegó a la Casa Blanca.
En teoría, ni una acusación ni una condena impedirían legalmente que Trump fuera elegido en las elecciones del año próximo.
Es una ruta peligrosa que, salvando las distancias, acerca en la historia a Estados Unidos y a la Alemania del 33, cuando Hitler llegó al poder.