La Habana, Cuba. – El gobierno ha puesto en marcha un proceso de análisis, una por una, de todas las empresas que han reportado pérdidas o que las planifican para este año.

Ya se dijo que más de 450 entidades, mayoritariamente estatales, por estar en esas circunstancias caerán bajo la lupa de economistas, académicos, sindicalistas y funcionarios. La idea es conocer al detalle qué pasa con esas unidades que abrieron este año con pérdidas, algunas con justificación por distorsiones del sistema de precios, pero otras francamente ineficientes.

Es un agravante el hecho de que se concentren en áreas de alto impacto social como agricultura, construcción, transporte, y las industrias alimentaria y azucarera, entre otras.

Son agujeros negros que complican la operatoria de la economía nacional.

Por la rentabilidad

En términos cuantitativos, las más de 450 empresas que reportaron pérdidas en enero significaron una disminución en relación con las que lo hicieron al cierre del pasado año. Pero en el plan de 2022 solo 87 habían planificado estar en esa condición.

Claro que la situación internacional varió drásticamente y los precios en el mercado global se dispararon al alza con el correspondiente impacto sobre la economía nacional, abierta y dependiente de las importaciones.

Ahora, las autoridades tratan de aclarar todo para que el sistema empresarial estatal sea rentable, eficiente y opere con utilidades, con ganancias razonables.

Por eso, el análisis en marcha de las empresas en números rojos permitirá saber las causas de las pérdidas que ahora pierden a la economía nacional.