Cuba sigue apostando por el trabajo por cuenta propia de manera ordenada

La Habana, Cuba. – Rectificar es de sabios, dice un viejo refrán, y sabia ha sido la decisión gubernamental de adecuar las nuevas normas para el trabajo por cuenta propia que entran hoy en vigor.

Otra vez se escuchó la voz de la gente y se adoptaron decisiones que se agradecen, porque benefician a un sector necesario, no solo por ser fuente de empleo, sino por ofrecer bienes y servicios, al mismo tiempo que libera al Estado de una pesada carga de actividades no esenciales.

En negocios particulares trabajan más de medio millón de cubanos, una cifra que ha tenido un crecimiento casi exponencial en los últimos ocho años para ratificar la voluntad del gobierno por mantener esa forma de gestión.

Pero para ser sinceros hay que decir que no todo ha sido color de rosa, porque hubo razones para congelar, hace un año, la entrega de nuevas licencias.

La Ley y el orden

Sin ánimo de satanizar a nadie, y mucho menos a los cuentapropistas en general, hay que admitir que algunos sacaron una pata peluda en el trabajo cotidiano.

La falta de control generó una atmósfera de impunidad que ahora hay que sanear, porque una cosa es enriquecerse con el trabajo honesto y otra muy distinta moverse por los túneles oscuros de la ilegalidad.

Así, aparecieron hechos violatorios de la legalidad, como la compra de materias primas y productos de procedencia ilícita, o la subdeclaración en el pago de los impuestos. Esos que actuaron mal, mancharon la labor de los demás y obligaron a las autoridades a hacer un alto para reordenar las cosas.

Ahora, las nuevas normas entran en vigor luego de recoger el reclamo de muchos, una decisión sabia que después de revisar, permite seguir adelante.