La Habana, Cuba. – En la realidad que estamos viviendo, para que el mundo mejor sea posible, hay que mejorar ese mundo virtual que es una caricatura, afirmaba hace unos días el presidente de la República Miguel Díaz-Canel ante los comunistas habaneros.

La afirmación del Primer Secretario del Partido apuntaba hacia la guerra cultural y comunicacional que se libra hoy en el espacio simbólico para imponer un pensamiento único y colonizador.

Estados Unidos, que en las últimas semanas ha visto desafiado como nunca su poder hegemónico, ha desatado sobre Cuba un vendaval de mentiras y manipulación con la vana esperanza de llevarse a bolina a la Revolución.

Así, está en pleno desarrollo una Guerra No Convencional que apela a códigos probados en otras latitudes a partir de la desinformación y el manejo de lo anecdótico para convertir sucesos puntuales en hechos generales.

Manipulación mediática

No es ocioso repetir que el país vive en una circunstancia muy complicada por efecto de la conjunción del recrudecimiento del bloqueo, la pandemia y la subsecuente crisis internacional.

Esa Tormenta Perfecta ha generado desabastecimientos y por tanto carencias de todo tipo que generan lógicas insatisfacciones. Y ese malestar ciudadano es uno de los ejes de la manipulación mediática, como también lo es la emigración, los derechos humanos y la democracia.

En esa narrativa virtual, Cuba aparece como un infierno del que todos quieren escapar y donde hay una dirigencia inepta. Así, con sucios jirones construyen una realidad falsa y llena de parches para vender el fracaso del proyecto nacional.

Pero la Cuba que hoy se promueve en las redes sociales está tan lejos de la cotidianidad, como el Sol de la Tierra.