Cuba estimula la producción agrícola

La Habana, Cuba. – Las nuevas regulaciones para la entrega de tierras en usufructo son un paso adelante en la vieja y complicada tarea de alimentar cada día a más de 11 millones de cubanos y otros cuantos millones de visitantes.

En la entrega de las áreas ociosas, el país encontró una solución para frenar el éxodo desde el campo y apostar por el crecimiento de las cosechas. Aunque casi la tercera parte de los primeros usufructuarios abandonaron la tierra por distintas causas, el arriendo iniciado en el 2008 ha significado un discreto aumento de algunas producciones agrícolas.

Todavía hay casi un millón de hectáreas ociosas que pueden ser adquiridas, pero son poco productivas, tienen una alta infestación de marabú y dificultades para acceder a las fuentes de agua, además de que están alejadas de los asentamientos poblacionales y por ende de los servicios básicos.

Que no se pierda nada

Con un máximo de poco más de 67 hectáreas, es decir 5 caballerías, es suficiente para la siembra diversificada e incluso la ganadería. Y eso es lo que el país reclama a gritos para satisfacer la gigantesca mesa nacional, necesitada de más alimentos cada día con el auge casi exponencial del turismo.

La factura alimentaria, que ronda los 2 mil millones de dólares cada año, es una carga onerosa para el bolsillo colectivo, sobre todo si se sabe que buena parte de esos productos pueden cosecharse en el país. Es necesario que el campo produzca más y rápido, y sobre todo que si aumenta la cosecha, no se pierda ni un mango, ahora que se esbozan las más recientes disposiciones sobre el arriendo de las áreas agrícolas, que constituyen una nueva forma de repartir la tierra.