Foto/ Granma

Frente a los enemigos del progreso de las grandes mayorías humildes del país, una palabra, una consigna, un  lema: unidad, unidad, unidad,

Afirmó el entonces Comandante del Ejército Rebelde Raúl Castro, al clausurar hace 60 años el Congreso Campesino en Armas en Soledad de Mayarí, II Frente Oriental.

La organización civil establecida en esa zona, administrada por las fuerzas rebeldes, había creado el Comité Regional Campesino, encargado de lo referido al hombre del campo: sus necesidades, dificultades e intereses.

Fue así que se organizó el Congreso Campesino en Armas, que tuvo entre sus principales organizadores a José Ramírez Cruz, para, entre otros asuntos, fortalecer el movimiento campesino y propiciar su inquebrantable unidad con las fuerzas rebeldes.

Con esa magna cita de los campesinos, Raúl sembraba la semilla de la futura Reforma Agraria.

Plena conciencia de la Reforma Agraria

Una exhaustiva preparación tuvo el Congreso Campesino en Armas, en Soledad de Mayarí Arriba, II Frente. Poderosos latifundios dominados por yanquis explotaban a los campesinos que sufrían atropellos salvajes.

No obstante, el campesinado eligió representantes; y en la mañana del 21 de septiembre, con 200 delegados, y varias mujeres, incluyendo a la heroína Vilma Espín, sesionó la cita.

Pepe Ramírez expuso los principales planteamientos y un debate consciente trazaría las pautas de una revolución agraria. Al concluir el histórico Congreso Campesino, Raúl expresó:

En estos momentos, en esta etapa histórica en que vivimos, sin Reforma Agraria no puede haber Revolución.

Y concluía:

(…) en el día de hoy, está naciendo la Revolución Agraria que ha de echar las bases de la verdadera Revolución Cubana.