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La Habana, Cuba. – La Cumbre del Grupo de los 77 más China se celebrará los días 15 y 16 de septiembre en nuestra capital, y pondrá sobre el tapete las postergadas necesidades de los países pobres que representa, donde vive el 80 por ciento de la población mundial.

Aunque el tema central será el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación como vías para el desarrollo, resultará ineludible la defensa de demandas que el Grupo enarbola desde su surgimiento, y hoy son más vigentes.

Entre esos reclamos, la necesidad de un Nuevo Orden Económico Internacional ha adquirido urgencia en medio de una desigualdad Norte-Sur profundizada por las crisis no resueltas de la deuda externa, el intercambio desigual, la ausencia de financiamiento al desarrollo y, más recientemente, las secuelas económicas que la Covid-19 ha dejado en nuestras naciones.

Cerrar la brecha

Uno de los problemas más acuciantes para el Tercer Mundo sigue siendo la desigualdad, sostenida por un modelo que privilegia al Norte y desconoce las necesidades de la otra parte del planeta.

De ahí la demanda del Nuevo Orden, tempranamente proclamada por el Grupo de los 77 en los años de 1970, y recogida después por la ONU mediante una Declaración y un Programa de Acción. Esos preceptos, y las medidas enunciadas para hacerlos realidad, han sido letra muerta para el poder hegemónico.

No obstante, la instauración de otro modo de convivencia más justo puede estar hoy más cerca. La emergencia de polos alternativos como el grupo BRICS puede abrir la oportunidad que se exige.

Su aporte al PIB mundial supera al de los países más ricos y está regido por un espíritu de cooperación que mira hacia el Sur. De eso, seguro, también se conversará en la Cumbre.