La Habana, Cuba. – Cada día que pasa, las vacunas cubanas contra la Covid-19 están más cerca. El esfuerzo colosal de científicos y personal sanitario ha puesto a Soberana 02 y a Abdala a las puertas de la Fase III de ensayos clínicos y por lo tanto más cerca de los brazos de los cubanos.
Esos dos inyectables son los más adelantados en las investigaciones previas y los primeros resultados son mucho más que alentadores. Quizás por eso, por la confianza en la inteligencia y el talento de nuestros científicos y en la voluntad política del gobierno, la gente tiene tantas expectativas en la concreción de un fármaco cubano que acabe de una vez y por todas con el azote mortal del nuevo coronavirus.
Y es lógico que así sea, porque la vida toda se ha puesto patas arriba con esta pandemia, pero mientras, hay que tener conciencia de lo que pasa.
Mientras llegan
Las cuatro vacunas cubanas, las dos Soberanas, Abdala y Mambisa, todavía tardarán unos meses en llegar, por eso hay que apostar ahora por medidas más simples, pero efectivas, que permiten evitar los contagios y sobre todo salvaguardar la vida.
El distanciamiento físico, el uso del nasobuco y el constante lavado de las manos funcionan como comprobadas barreras que impiden el paso del nuevo coronavirus.
Como insiste el personal sanitario, niños y ancianos deben ser particularmente protegidos por el alto riego que tienen de enfermar e incluso de enfrentar complicaciones de mucho peligro.
Por eso, mientras llegan las esperadas inyecciones cubanas nadie se puede confiar y hay que cuidarse a conciencia en todos los sitios para ayudar a conjurar a la Covid-19 sin tener que repetir: Y la vacuna, ¿p’á cuándo?