Situación muy tensa en la frontera de Estados Unidos y México

La Habana, Cuba. – Quizás los menos informados no comprenden la forma brutal en que por lo general actúa el mandatario estadounidense. Pero un análisis menos apresurado favorecería a entenderlo mejor.

Los hombres de Donald Trump embistieron a inmigrantes desesperados, incluso menores, que intentaron cruzar la frontera mexicano-estadounidense. En la arremetida se utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma.

Medios periodísticos acreditados en Washington, revelaron fotos y videos de la acción. Organizaciones de los derechos humanos y expertos en Ciencias Jurídicas repudiaron lo sucedido.

Sin embargo, el presidente defendió a los soldados y negó la presencia de niños entre las víctimas. Reiteró que nadie entra a Estados Unidos sin la aprobaciòn de sus autoridades.

Lee Gelernt, subdirector de la organización Derechos de los Inmigrantes, dijo a CNN que usar gases lacrimógenos es innecesario.

Gorila blanco de los ricos

El grupo británico OXFAM señaló que el uso de gases lacrimògenos es vergonzoso.

A esas reacciones se sumaron representantes del Partido Demócrata y otros. Geoffrey Hoffman, profesor de la Universidad de Houston, afirmó que Trump usó el incidente para reafirmar que lo migrantes deben permanecer en México.

El presidente utilizó el chantaje de paralizar su gobierno, a menos que se aprueben los recursos para la construcción del muro fronterizo. Su jugada se produce cuando los legisladores regresaban de sus vacaciones.

Un portavoz oficial, Kevin McAleenan, justificó esa represión alegando: que utilizar gases lacrimògenos evitó que la revuelta de esos inmigrantes empeorara.

Trump amaga con cerrar la frontera mexicano-estadounidense. Lo sucedido vende al magnatario como genuino guardián de valores estadounidenses frente a hordas que, como los inmigrantes, amenazan el sacrosanto modo de vida norteamericano.