La Habana, Cuba. – Siempre asertivo, premonitorio y contundente resultó el pensamiento del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, cuyo legado no se reduce a sus ideas, pues en cada obra que inspiró y construyó junto a nuestro pueblo, se materializan los principios de igualdad, paz y justicia social que siempre ha preconizado nuestro país desde el triunfo de enero de 1959.

Necesitamos vivir en paz y seguros en un planeta que cada día es menos habitable, afirmó Fidel en un discurso ante estudiantes universitarios, en el que instó a la desaparición del armamento nuclear y al empleo de la energía atómica solo para hacer el bien.

La única verdadera victoria está en ganar la paz, aseveró el Comandante en Jefe en esa ocasión y subrayó que hoy enfrentamos dos grandes desafíos: la consolidación de la paz mundial y salvar al planeta del cambio climático.

Gran combatiente por la paz

El compromiso de defensa de la Proclama de América Latina y El Caribe como Zona de Paz, declarada en 2014 en la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en La Habana, es un ejemplo fehaciente de lo que representa para nuestros pueblos el legado de Fidel.

Precisamente, cuando el Comandante en Jefe recibió el Premio Lenin por la paz durante los inicios de los años 60 del pasado siglo, sus declaraciones sobre la necesidad de la coexistencia pacífica mundial, trascendían por su significado y alcance.

Afirmó Fidel entonces: … cuando más se acerca la humanidad hacia la era en que ha de desaparecer la explotación del hombre por el hombre, más fundada y más grandes son la esperanza y las ansias de la humanidad por la paz.