La Habana, Cuba. – Ahora el gobierno del presidente Donald Trump tropezó con una incómoda piedra, la reciente visita a La Habana del primer ministro ruso, Dimitri Medvedev.

Este último rechazó en varias ocasiones el bloqueo de Washington  contra la nación caribeña. Su estancia transcurrió en momentos en que la Casa Blanca ha intensificado su hostilidad contra Cuba.

Medvedev elogió los nexos entre La Habana y Moscú y vaticinó su fortalecimiento. Ambos países firmaron convenios que abarcan disimiles esferas que incluye combustible. Al respecto se prevén nuevas perforaciones conjuntas.

Observadores lo subrayan como particularmente muy significativo, luego de que Estados Unidos centra su interés en fortalecer el bloqueo en el frente energético. Según expertos, tal decisión entrañaría otro revés al intento de frenar y entorpecer el desarrollo de la sociedad cubana.

El bloqueo a Cuba, causa principal de los problemas

Desde el Norte le han sugerido soluciones fabricadas en la Casa Blanca, que Cuba no ha aceptado. Todo sucede cuando el bloqueo estadounidense le ha impuesto a la Mayor de las Antillas pérdidas que superan los 900 mil millones de dólares.

De no haber tenido lugar estas, cuántas cosas más hubiese podido La Habana echar adelante. De ahí que el bloqueo sea, no la única, pero sí la principal causa de las dificultades que afronta la vida cotidiana de los cubanos.

No obstante que el martilleo de la propaganda estadounidense y de sus agentes insistan en achacar al socialismo cubano esos problemas. Únicamente los enemigos y los analfabetos políticos son capaces de identificarse con esa campaña. Sin embargo, los patriotas, que son inmensa mayoría, prefieren seguir fieles a los principios de la soberanía e independencia nacional.