Ya pasaron los 15 meses de mandato que completó el presidente de Ecuador Daniel Noboa, tras el adelanto de elecciones decretado por Guillermo Lasso, su antecesor, para evitar un juicio político.
Se suponía que este lapso serviría al hoy mandatario para demostrar eficacia, y alcanzar la reelección a la que aspira este domingo.
Sin embargo, Noboa no ha logrado cumplir con su principal promesa de campaña: devolver la seguridad, y acabar con la violencia y el crimen.
Por el contrario, y pese a que casi ha militarizado el país, las muertes y asaltos en las calles siguen a la orden del día. También continúan los motines en los centros penitenciarios, donde muchos de los reos están ligados al narcotráfico.
Y a pesar de haber sido incapaz de devolver la tranquilidad a Ecuador, las encuestas dicen que Daniel Noboa pudiera ser el más votado.
Pocas certezas.
No todos los sondeos reflejan lo mismo. Algunos ubican a la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, como la aspirante puntera entre el total de 16 postulados.
Pero, para ser declarado presidente de Ecuador mañana, deberá obtenerse la mayoría absoluta, o 40 por ciento de los votos con diez puntos por encima del segundo lugar. Ningún estudio predice tal resultado para alguno de ellos; por eso, lo más probable es que haya segunda vuelta.
La decisión final pudiera marcar continuidad, o un giro radical. Además de neoliberal, Noboa se ha revelado como fiel seguidor de Estados Unidos y, concretamente, de Donald Trump, y arrastra al electorado de derecha.
Luisa, procedente de las filas del correísmo, representa el cambio que devolvería la paz, la justicia social, y el crecimiento a Ecuador. Entre ambos hay 160 grados de diferencia.