La Habana, Cuba. – Lenin sabía que no hay economía que funcione sin energía. Por eso, al sentar las bases de un nuevo orden socio-económico, afirmó que el comunismo es el poder de los soviets, más la electricidad.

Ese es un axioma elemental que demuestra la importancia de un sector, que, como se dice ahora, es transversal a toda la sociedad. En ese camino, el poder soviético estableció un ambicioso Plan de Electrificación, del que fue encargada una Comisión Especial estatal.

De allá a acá ha llovido mucho, pero la energía ha seguido siendo tan o más importante que como entonces para cualquier país.

Hoy se estima que a nivel global la industria consume el 40 por ciento de la energía generada en el planeta, de la que dos terceras partes son utilizadas por motores eléctricos. De ahí los esfuerzos que hace el gobierno cubano para estabilizar la generación.

Electricidad solar

El potencial de radiación solar en el país es de aproximadamente 5 Kilowatts diarios por metro cuadrado, de acuerdo con un estudio publicado por la revista de Ingeniería Energética.

La investigación comprobó que en el territorio nacional, que tiene unos 110 mil kilómetros cuadrados, se recibe cada día una radiación solar equivalente a 50 millones de toneladas de petróleo. Y el país consume en el año unos 8 millones de toneladas combustibles.

Por eso, hay que aplaudir los planes gubernamentales de acelerar la utilización de paneles solares, de manera que para dentro de cuatro años se alcance una capacidad total de 2 mil Megawatts.

Es un necesario alivio que demanda una economía que, entre otras cosas, hoy como nunca está urgida de aprovechar el combustible que nos regala el Sol.