La Habana, Cuba. – A punto de abrirse este agosto las campañas políticas de los candidatos a la presidencia de Brasil, analistas y medios de información insisten en que el derechista Jair Bolsonaro, actual jefe de Estado y aspirante a la reelección, estaría preparando un virtual golpe de mano si no logra su propósito de vencer a Luis Inacio Lula Da Silva.

Como se ha estado informado permanentemente, las encuestas indican que el candidato del Partido de los Trabajadores va adelante en la preferencia pública con una ventaja de más de 20 puntos sobre el mandatario en funciones.

Así, uno de los temas de insistencia de Bolsonaro es la pretendida desconfianza en el voto electrónico que a nivel de computadoras debe utilizarse en esa lid, y que, según el hoy presidente, permite manipulaciones de toda índole, incluido el borrado de sufragios y la alteración de cifras.

Sucios movimientos

En su afán de permanecer al frente del gobierno brasileño, Jair Bolsonaro se jacta de contar con el apoyo de “sectores importantes” dentro de las Fuerzas Armadas afiliados a sus ideas y prácticas retrógradas y sectaristas.

Por demás, sus alusiones a lo que podría sobrevenir para el país con una vuelta de la izquierda, basadas en especulaciones y mentiras, pretenden intimidar a parte de la población aún cuando su gobierno ha sido un verdadero desastre en todos los sentidos.

Lo cierto es que en esta lid se medirán dos visiones diferentes sobre la realidad del gigante sudamericano. Una entreguista liderada por Bolsonaro, y aquella por la cual Brasil vivió tiempos de equidad y avance general a cuenta de programas que ponen a las mayorías en el centro de las preocupaciones oficiales.