Michel Temer y Jair Bolsonaro, harina del mismo costal

Brasilia, Brasil. – La llegada al Palacio de Planalto de jair Bolsonaro avizora un profundo cambio hacia la derecha dentro del espectro político brasileño.

El ahora presidente electo, que no se esconde para exhibir misoginia, homofobia, racismo y hasta neofascismo, es apenas la cara visible y tenebrosa de un gobierno que se anuncia neoliberal hasta el tuétano.

Como si fuera poco, en la nueva Cámara de Diputados disminuyen los escaños ocupados por médicos y profesores, pero aumentan los militares y policías, así como los líderes evangélicos.

La mayoría de los 513 parlamentarios son empresarios y abogados, de acuerdo con un recuento del diario Fola do Sao Paulo, un medio que está en la mira de Bolsonaro.

Y es que el mandatario electo de Brasil, quien ha prometido gobernar con mano de hierro, parece una mala copia de Teump, de quien se confiesa admirador.

Neoliberalismo en camino

Con la estrategia del miedo como divisa, jair Bolsonaro utilizó el tema de la inseguridad ciudadana para saltar por encima de la izquierda y ganar las elecciones hace dos semanas semanas en Brasil.

Además sopló la corneta de neoliberalismo y se vendió bien ante la oligarquía nacional y el capital extranjero, con sus planes de privatización del amplio sector estatal brasileño.

Ese discurso privatizador sonó como música celestial para los más ricos de adentro y de afuera, quienes ahora se afilan los dientes para ver qué pedazo del pastel les tocará en el reparto neoliberal.

El gobierno brasileño que debe asumir el poder el Primero de enero próximo de seguro que va a jugar en el bando de Estados Unidos, porque a nadie le debe caber duda de que Bolsonaro, está en el equipo de Trump.