La Habana, Cuba.- La lucha por la independencia de Cuba contó con la presencia de hombres que, nacidos en otras tierras, vinieron a la nuestra, movidos por ideales de libertad.

Henry Reeve, nombre que hoy lleva la gloriosa brigada médica cubana creada para ofrecer ayuda solidaria a los damnificados norteamericanos del huracán Katrina, estuvo entre un grupo de ciudadanos norteamericanos que se incorporó a nuestra primera Guerra de Independencia.

El Inglesito, como en las jornadas mambisas se le llamaba, se destacó por su excepcional valor y heroísmo en el combate. Nacido en el barrio neoyorquino de Brooklyn, el cuatro de abril de 1850, su adolescencia coincidió con las grandes convulsiones sociales de su  país durante la Guerra Civil de Secesión.

Desembarco en el “Perrit”

Llevado por sus inquietudes sociales, Henry Reeve se alistó, con apenas veinte años, en la expedición del “Perrit”, que en 1869 trajo hombres y pertrechos a Cuba. La expedición tenía por jefe militar al general Thomas Jordan, también norteamericano y quien llegó a ostentar el cargo de jefe del Ejército.

Durante el desembarco del “Perrit” por la bahía de Nipe, Henry Reeve fue herido en el ataque lanzado por los españoles contra los expedicionarios, y en el cual los primeros salieron derrotados. Dotado de talento natural, astuto, osado y valiente.

El Inglesito descolló  en la vida militar, en la que llegó a alcanzar el grado de Brigadier General en el ataque a un campamento español, Reeve fue nuevamente herido, hecho prisionero, fusilado y dado por muerto.

La confianza de Ignacio Agramonte

De la trayectoria de Henry Reeve por tierras de El Mayor habría mucho que decir. El valiente norteamericano se convirtió en el más intrépido jefe de la caballería de Camagüey.

Su capacidad militar en la lucha revolucionaria hizo a Reeve merecedor no sólo de la confianza de Agramonte, sino también de los demás jefes. En enero de 1876 Henry Reeve pasó la Trocha y fue destinado por el general Máximo Gómez a la vanguardia del ejército. Poco después fue designado jefe de la segunda División de Cienfuegos.

La muerte de Henry Reeve, quien hizo suyo el ideal de independencia de Cuba, ocurrió el cuatro de agosto de ese mismo año. Casi inválido, después de siete años de guerra, Reeve, cayó combatiendo en las cercanías de Yaguaramas, en Cienfuegos.

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